miércoles, 13 de enero de 2016

El pecho a demanda

"Lo mejor de ti en el mejor de los envases"

Hagamos el ejercicio de abstraernos de ideas preconcebidas, inclinaciones políticas e ideologías múltiples, que ciertamente es difícil por aquello de que la objetividad es una disciplina costosa. Dado el paso: ¿qué os parece la ya viral instantánea de Carolina Bescansa dándole de mamar a su hijo -no ha sido la primera- esta mañana en el Congreso?. Ramoneda decía en la Ser que, aunque el gesto es simbólico, también es prescindible. Para otros cuantos la anécdota no fue más que puro postureo y para algunos otros fue un acto reivindicativo y solidario. En lo que están de acuerdo los opinantes es en que el niño de la política es un santo, puesto que no lloró durante las cinco horas del arranque del nuevo ciclo parlamentario.

Partiendo de que yo he sido de esas mamás "a demanda" -le di el pecho a mi hijo pequeño hasta los cuatro años y cada vez que lo solicitaba- , y que estoy convencida de los beneficios de la leche materna administrada durante  el mayor tiempo posible, así como de la importancia de facilitar la tarea a las madres que opten por la ese tipo de alimentación, la postura  de la Diputada no me acaba de convencer porque el escenario no es realista.

Hago un inciso para contar que el haber amamantado durante un tiempo largo, me permitió ahorrar en antibióticos, insomnios, y lloros de muy diversas procedencias. Con el segundo, ya estaba en boga lo de dar el pecho a petición del pequeñín , y vaya que si cundió. Asimismo ese contacto tan especial con tu hijo al darle de mamar es un vínculo tan tierno para ambos que te deja un vacío circunstancial el día que se interrumpe. En mi caso el culpable de la ruptura fue una infección de anginas aún cuando,como bien me dijo el médico de cabecera, ya no procedía sentirse culpable por el destete.

No dudo de las buenas intenciones de Carolina para concienciar de la necesidad de la auténtica conciliación de la vida familiar y laboral de las mujeres, que aún deja mucho que desear.  De hecho ha sido apoyada por algunas hembras de otros grupos políticos,con lo que queda patente la transversalidad de las opiniones en este caso. Ni tampoco pongo en cuestión que este gesto lleve consigo la necesidad de volver a poner el tema encima de la mesa, que desde luego se consiguió, además de dar pie a las múltiples ocurrencias por las redes , que los chistoso digitales con poco tienen bastante.Pero la puesta en escena no fue la más convincente. Por cierto, y  por asociación de ideas, qué lejos quedan ya aquellas críticas, algunas sin piedad, cuando Carma Chacón desfiló embarazadísima ante los militares. Y eso que el niño aún no lloraba.

Menuda opereta se montaría si todas las Señorías en edad de amamantar decidiesen llevar a sus pequeñines al Hemiciclo. Ya no digo nada si cada profesora llevase a su clase a su bebé o cada médico a su hijito a la hora de la consulta de Cardiología. Y ya no digo nada de la cajera de un centro comercial en estos días de rebajas o la redactora de un informativo de televisión en un directo...

Dado que  las señoras diputadas tienen una estupenda guardería a su servicio, un buen sueldo -incluso los de Podemos- para pagarse una cuidadora y la posibilidad de solicitar la baja por maternidad que tantas luchas costó conseguir, pienso que lo mejor sería poner toda esa energía innovadora en luchar por los derechos de esas mujeres que, partidarias de amamantar o no, aún deben de pleitear por ellos, amén de conseguir una red de guarderías más amplia y asequibles. Buenas noches sin acritud; todo lo contrario, tan dulces como la leche materna.

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